viernes, 14 de febrero de 2014

Un paseo por la Vía Verde del Tarazonica


Las vías verdes, senderos que recorren antiguos trazados ferroviarios, nos ofrecen una forma diferente de ver, sentir y disfrutar del paisaje y de la cultura de una región. La Vía Verde del Tarazonica, adecuada para peatones y ciclistas, se inicia al sur de Navarra en la monumental ciudad de Tudela y discurre a lo largo de 22 kilómetros por un paraje de formas suaves y amables.

Nos adentra en las huertas de la ribera del Ebro y nos lleva hasta el imponente Moncayo, ya en tierras aragonesas, cuya cumbre de 2.315 metros domina desde lejos la llanura y vigila nuestros pasos que se aproximan hasta la interesante localidad de Tarazona, el punto final del recorrido.
Al sur de Navarra, en la Ribera, la Vía Verde del Tarazonica discurre por la antigua línea de ferrocarril que unía Tudela (Navarra) y Tarazona (Aragón). El recorrido, que no entraña ninguna dificultad, está perfectamente acondicionado y señalizado para peatones y ciclistas. A lo largo de la vía podrá disfrutar de un paisaje de suave pendiente dominado por las tierras del río Queiles, las vegas dedicadas a cultivos de regadío y el somontano del Moncayo.

Historia

En 1885 comenzó a funcionar el modesto ferrocarril de vía estrecha que unía Tudela y Tarazona. Su lentitud le hizo ganarse el apodo del "Escachamatas". En 1953 se ensancharon los raíles para mejorar su servicio, pero tras unos años de decadencia, la línea cerró definitivamente en 1972. 

La Vía Verde del Tarazonica, a lo largo de sus 22 kilómetros,
une las ciudades de Tudela y Tarazona.

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